Evolución de las mastitis bovinas: últimas tendencias en estrategias de prevención y control
Las mastitis en las vacas lecheras han evolucionado mucho en los últimos años, no solo en cuanto a tipos y clasificación, sino también en lo que se refiere a la prevalencia de los principales agentes causantes. Por lo tanto, es necesario aplicar nuevas estrategias para controlar las mastitis bovinas en nuestras granjas. Aquí se presenta una recopilación de las últimas tendencias en el control de las mastitis bovinas y de las técnicas más eficaces.
Un investigador reconocido y veterinario especializado en la calidad de la leche ha diseñado y publicado recientemente el Plan de 7 puntos para el control de las mastitis.
Este plan implica el desarrollo de los planes clásicos ya mencionados, adaptándolos a las nuevas demandas e incorporando los avances técnicos y los nuevos descubrimientos, especialmente en el campo de la prevención y la inmunidad, que se han introducido en los últimos años.
El Plan de vacunación de 7 puntos adapta los planes clásicos a los avances y resultados más recientes, especialmente en prevención e inmunidad.
Los aspectos más innovadores incluidos en este plan son los siguientes:
1. Tratamiento de secado selectivo de las vacas
El tratamiento antibiótico de rutina durante el periodo de secado, aplicado a todas las vacas, es una de las medidas que se han puesto en tela de juicio y que han abandonado cada vez más granjas.
Se ha demostrado que, cuando las condiciones de la granja son adecuadas y se siguen las pautas establecidas en todos los casos por un veterinario especializado, el tratamiento de secado selectivo de las vacas puede tener éxito.
Este tratamiento de secado selectivo de las vacas implica la administración intramamaria de antibiótico solo a los animales con recuentos de células somáticas elevados o que han sufrido un episodio de mastitis clínica en los meses anteriores.
2. Nuevos protocolos de tratamiento durante la lactancia
De forma similar, la prescripción de tratamientos basados de antibióticos para las mastitis clínicas durante la lactación se ha restringido en muchas granjas a casos de cierta gravedad, y en los casos leves solo se administran antinflamatorios.
El aislamiento y las pruebas de sensibilidad en el laboratorio, junto con el cultivo en la propia granja, son herramientas que los veterinarios utilizan cada vez más para decidir si es apropiado tratar un caso clínico o no.
3. Selladores internos de ubres
Aplicados después del ordeño final, mejoran el efecto de la barrera natural que impide la entrada de patógenos a la glándula mamaria durante el periodo de secado, lo que reduce la incidencia de casos de las mastitis durante el inicio de la lactación, una gran proporción de las cuales tiene su origen durante este periodo.
Su uso se recomienda siempre, pero es especialmente importante cuando se practica un tratamiento selectivo de las vacas secas y algunas de las vacas no reciben antibióticos.
4. Vacunas contra las mastitis bovinas
Se ha demostrado que las vacunas contra las mastitis bovinas proporcionan un rendimiento económico medio de 2,6 € por cada euro invertido.
Por otro lado, se han desarrollado diversas vacunas que producen una respuesta específica a los patógenos que provocan con más frecuencia las mayores pérdidas como consecuencia de las mastitis en la actualidad.
Con la vacunación se logra la presencia en la ubre de altas concentraciones de anticuerpos, las moléculas de defensa que se especializan en combatir la invasión de la glándula por patógenos tales como E. coli, S. aureus o Strep. uberis.
Se ha demostrado, por ejemplo, que la vacunación contra las mastitis por E. coli utilizando cepas J5 logra una reducción de la incidencia y, sobre todo, una reducción considerable de la gravedad de los casos clínicos; en los rebaños vacunados son muy poco frecuentes los casos moderados y graves.
Así, en un estudio realizado en granjas en el Reino Unido se calculó un rendimiento económico medio de 2,6 € por cada euro invertido en la vacuna.
En el caso de Strep. uberis, recientemente se ha desarrollado una nueva vacuna que, cuando se utiliza en rebaños con una alta incidencia de mastitis provocada por este patógeno, consigue una reducción del número de casos clínicos a la mitad y también mejora la eficacia de los tratamientos aplicados, lo que se refleja en una reducción superior al 50 % en el uso de antibióticos.
5. Inmunoestimulantes e inmunomoduladores
Se trata de moléculas que, cuando se administran los días antes o después del parto, refuerzan las defensas de forma general e inespecífica, de forma que aumentan la capacidad de respuesta del animal contra las infecciones.
CONCLUSIÓN
Las mastitis bovinas continúan siendo el trastorno principal que afecta a los rebaños lecheros, pero su origen, los patógenos que la provocan y los problemas que se observan han cambiado con la modernización del sector.
Así mismo, las estrategias para combatir la enfermedad están en constante evolución para adaptarse a esta nueva situación en la que el uso de antibióticos se ha limitado, y se centran en medidas preventivas y en el uso de vacunas innovadoras para aumentar la capacidad de la vaca para defenderse contra las infecciones.
Autor: Iván Mato.
Veterinario bovino especializado en técnicas de prevención de las mastitis para mejorar la calidad de la leche en las granjas de ganado lechero.